
Un buen mantenimiento preventivo evita problemas graves en el futuro.
Áreas prioritarias para el mantenimiento:
- Ascensores y sistemas eléctricos: Revisiones periódicas para evitar fallos que afecten la seguridad.
- Tuberías y fontanería: Inspección para prevenir fugas y atascos.
- Fachadas y tejados: Protección contra filtraciones y desgaste.
Beneficios de ser proactivo:
- Ahorro de costes: Detectar problemas a tiempo evita reparaciones costosas.
- Aumenta la seguridad: Reduce riesgos para los propietarios y visitantes.
La planificación adecuada es clave para garantizar que las instalaciones funcionen de manera óptima.